Agente comercial
Es la persona que se dedica por cuenta ajena a realizar operaciones de comercio percibiendo por ello una comisión.
El Colegio de Agentes Comerciales dice:
Agente Comercial es un profesional que se encarga de manera permanente de promover, negociar o concretar las operaciones mercantiles en nombre y por cuenta de una o varias empresas, mediante una retribución y en una zona determinada.
En su actividad, un Agente Comercial puede obligar a la empresa en cuyo nombre actúa. En este caso, no será el Agente Comercial quien responda del buen fin de las operaciones, sino que será la propia empresa la obligada a responder.
En ese sentido, no son asalariados, sino profesionales independientes, con estatuto de trabajador autónomo y que están ligados al empresario mediante un mandato.
Se considera que la clientela es del agente y no de la empresa.
En ningún caso el agente adquiere la propiedad de la mercancía. De hacerlo, se convertiría en cliente o en último caso en distribuidor del producto de la empresa principal.
Esta primera definición es muy importante, ya que el término «agent» en inglés puede cubrir funciones diferentes entre sí que, no necesariamente corresponden a lo que acabamos de señalar.
Un ejemplo: el término «sales agent» con frecuencia se define como una persona responsable de cerrar una operación o de aceptar pedidos siendo retribuido en forma de comisión. En el caso español ese término incluye a figuras que denominamos como representantes, asalariados a comisión, e incluso la de comisionistas, figuras que no pueden confundirse con el término de agente comercial, antes mencionado.
Difícilmente se podrá conseguir un buen agente si no se tienen antes claras las funciones que se quieren conseguir con el mismo.
Las funciones que puede llegar a cumplir un agente son las siguientes, según su grado de implicación en la cadena comercial:
- Informar
- Presentar
- Negociar
- Cerrar la operación
El desarrollador de negocios (Business Development Manager)
El ejecutivo de desarrollo de negocio es una función de trabajo que ha evolucionado como parte de la transformación de nuestro mundo de negocios a una economía global. El término combina un papel estratégico y pivote en el crecimiento de la empresa del negocio. Es tanto sofisticado como amplio en el significado de la palabra «desarrollo».
Un ejecutivo de desarrollo de negocio se encuentra regularmente en empresas más grandes donde la especialización de las funciones de trabajo es común. Sin embargo, incluso los negocios más pequeños pueden adoptar el concepto de funciones de desarrollo. Puede ser un trabajo realizado por el propietario de la compañía o cualquier otra persona en la dirección, o puede ser posible contratar a alguien exclusivamente para hacer esto.
El desarrollo de negocio implica la búsqueda continua de nuevas formas de generar ingresos a partir de un modelo de negocio establecido. Esto implica la búsqueda activa de nuevas oportunidades, detectar o crear necesidades de los clientes, buscar sinergias y alianzas estratégicas o crear un producto aumentado, entre muchas otras cosas.
Básicamente, se trata de una unidad por igual operativa y estratégica, que define hacia dónde debe evolucionar el negocio para continuar creciendo.
La necesidad de un departamento de desarrollo de negocio suele surgir en empresas maduras que se encuentran en fase post-desarrollo, es decir, que ya han vivido el lanzamiento y la expansión, y no se conforman con crecer a ratios del 1-5% en una fase de mantenimiento permanente; aunque, por supuesto, cualquier negocio, en cualquier momento, precisa de profesionales capaces de vislumbrar hacia dónde debe dirigirse la actividad, los recursos y los esfuerzos, en función del entorno, el equipo y la situación de esa empresa
El asistente de negocios
Es la persona que ayuda o favorece la realización de negocios por terceros en beneficio mutuo.
En un caso se trata de una operación de una venta, en otro de ver la esencia del negocio, que complementos puede tener o utilizar para ser más rentable, ayudar a la persona emprendedora y favorecerle en el más amplio sentido de la expresión para que el negocio, el que sea, funcione mejor en todo lo posible.
Por eso, mientras que el agente tiene una visión parcial del negocio, se dedica a vender el producto; el Asistente no se conforma con ello, se propone como un socio externo del empresario, no en el sentido de participar en el negocio, que no lo hace ya que su trabajo también es o puede ser a comisión, sino que busca fórmulas operativas a través del conjunto de profesionales con los que opera para que el negocio funcione mejor en todos los sentidos.
Esa es la diferencia fundamental entre el agente comercial y el asistente de negocios, mientras que el agente comercial se limita a hacer su venta y punto. El Asistente, ayuda y favorece la marcha del negocio implicándose con él para un mejor funcionamiento.
Esa es la clave y nuestra diferencia.
El agente viene, vende y se va.
El Asistente llega, observa, analiza, ofrece y si se encaja se queda ayudando en todo aquello que sea beneficioso para el emprendedor, empresario, botiguer o lo que sea el negocio.
Desde estudiarle la mejor propuesta de seguro hasta buscarle como pagar menos en el recibo de la luz, etc etc.
Es como tu asistente personal, tu ayudante; pero referido al negocio aunque en la mayoría de los casos dada la dimensión del negocio ambas figuras se solapan.
Por eso en estos momentos la labor la están realizando de alguna forma los asesores, las gestorías pero no tienen nada que ver; las gestorías son los asistentes del siglo pasado.
Estos tiempos requieren nuevas ideas y nuevos caminos.
El asistente de negocios tiene que estar preparado para tener empatía para poder conectar con el empresario, hacerse su amigo ya que va a pasar muchas horas, muchos días junto a él. El objetivo es asistirle en todo aquello que en su negocio no funciona, desde buscarle un Abogado a un Auditor; llegado el momento buscarle un socio o venderle el negocio si se va a jubilar o retirar por cualquier motivo.
Y por ello el Asistente de negocios tiene que saber tocar muchas melodías con muchos instrumentos, aunque no tenga que ser especialista, ni de fiscal, ni de contabilidad, ni de derecho, ni de luces, pero sabe buscar aquellos profesionales que necesita su cliente y para eso tiene el apoyo y el cobijo de la asociación.
Para ello igualmente, va a existir una formación continua basada en el método de aprender haciendo, sin clases magistrales, sin lecciones, sin exámenes.
Una formación que con las herramientas actuales le va a permitir diferenciarse claramente de figuras similares en algunos aspectos y tener su propio camino en este siglo XXI.