Los beneficios de esta metodología de trabajo van un paso más allá del teletrabajo y se traducen en una mayor eficiencia, mayor rendimiento en el trabajo y mayor conciliación con la vida personal. La libertad de horarios y la movilidad son algunas de las ventajas del Smart Working, que supone importantes retos desde el punto de vista legal.
El panorama laboral no deja de evolucionar. En plena transformación digital, la forma de entender el trabajo y de trabajar también está cambiando. Por ello, las empresas deben adaptarse a las nuevas tecnologías para que los empleados se sientan más satisfechos, motivados y productivos.
Hoy en día, gracias a Internet se puede tener acceso a todos los sistemas de información que ofrece la compañía. Esto permite que aparezcan innovaciones como el Smart Working, una nueva metodología de trabajo basada en dar al trabajador todas las herramientas necesarias para alcanzar su máximo rendimiento profesional en cualquier lugar. Según el INE, solo el 27% de las empresas de España permite actualmente a sus trabajadores teletrabajar.
Esta forma inteligente de teletrabajar, como la denominan ya algunos expertos, supone a su vez importantes retos desde el punto de vista legal.
Sin duda, la implantación de esta nueva forma de trabajar supone un reto tanto para las empresas como para los trabajadores, que ofrece varias ventajas:
- La movilidad: permite decidir dónde quieres trabajar, desde la sala de una cafetería o aeropuerto hasta en un despacho en casa.
- La posibilidad de trabajar en equipo a distancia: a día de hoy existen diferentes herramientas tecnológicas que permite trabajar en equipo optimizando el tiempo, los recursos y el proceso de ejecución.
- La tecnología: internet es la clave. Permite el acceso a documentos e información en cualquier momento y desde cualquier lugar ofreciendo flexibilidad a través de los múltiples dispositivos.
- La libertad de horarios: permite al empleado disponer de una mayor organización de su tiempo, por lo que se mejora la conciliación de la vida laboral con la vida personal, lo que suele ser muy valorado.
Por supuesto, tiene que darse dentro de un marco normativo que permita recoger toda la regulación sobre la empresa y el trabajador y el acuerdo por el que se establezca el trabajo a distancia se tiene que formalizar por escrito.
En España, importantes empresas ya han apostado por el Smart Working. Una medida para fomentar el teletrabajo con éxito. Los resultados son claros: una mayor eficiencia, mayor rendimiento en el trabajo y mayor conciliación con la vida personal.
El smart working, normalmente se identifica con el teletrabajo, aunque en la realidad no es lo mismo. El smart working podemos decir que es una variedad del ya habitual teletrabajo.
Y decimos habitual porque según datos recientes, en EEUU este tipo de trabajo ha aumentado un 30% en los últimos años, con una tendencia que permitirá llegar al 40% para el 2020. Aunque también habría que decir que España todavía está un poco lejos de estos datos.
En definitiva, el teletrabajo te permite realizar tus funciones laborales desde tu casa y el smart working además te da la libertad de hacerlo desde cualquier lugar y momento. Es decir, ¿para qué estar en casa encerrado toda la mañana trabajando si prefieres hacerlo por la tarde en la biblioteca, porque te concentras y rindes más o en cualquier otro lugar?
Posibles desventajas del smart working:
- Distracciones: Este es un hándicap a superar con fuerza de voluntad y estrategias adecuadas.
- Aislamiento y falta de cultura corporativa: el estar mucho tiempo trabajando solo, puedes llegar a sentirte aislado sin conexión con la empresa. También se corre el peligro de no tener clara la jerarquía, con los problemas que esto puede acarrear.
- Confusión entre trabajo y vida familiar: el estar mandando correos electrónicos o haciendo llamadas de negocios mientras estás con tus hijos en el parque, te puede hacer sentir que no hay un límite claro entre estos dos ámbitos. Marcar una serie de líneas rojas ayuda en este sentido.
- Falta de marco regulador: como ya sabemos, los avances tecnológicos van muy por delante de la legislación que los debe regular. Actualmente no existe un marco regulador claro y amplio que permita un adecuado progreso y adaptación en nuestras vidas.
Estas posibles desventajas son fácilmente solucionables desde una organización de vida en comunidad y locales comunes adecuados para el desarrollo de actividades compartidas.
En el proceso de construcción de un nuevo paradigma juega un papel importante el desarrollo del Smart working dado que la posibilidad de trabajar en cualquier lugar permite adaptarse a nuevos sistemas de vida.